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TEXTOS LITERARIOS

Crítica a "El prisionero del cielo."

.Crítica a "En el umbral de la Hoguera."

.

Reseña de Miguel Hernández

RELATOS DE LA MAR

LA EDUCACIÓN EN LA SOCIEDAD

POEMAS

NO ERA UNA SEÑORA

CALLOS CON GARBANZOS

El plato tradicional.

 

.Hoy quisiera levantar un monumento imaginario y literario a nuestros platos tradicionales. Uno por ser un producto de nuestra tierra y otro porque se puede admirar la complicada simplicidad de algo tan sabroso como es la tortilla de patatas frente a otros platos, tan complejos y rebuscados de la nueva cocina que está triunfando en los medios de comunicación: la gastronomía del Chef.

Colocar en un plato, cada vez de mayor tamaño, un pequeño mazacote de distintos colores, manoseado, con un adorno de hoja de perejil o de menta y dos chorreones de colorante que uno no sabe lo que está comiendo, no se puede comparar ni le va a aportar nada a la cocina magistral de nuestras abuelas. Yo creo que el mayor mérito de un cocinero es realizar bien algo tan simple como la tortilla de patatas. Por eso se pueden comparar varias tortillas a la vez pero nunca con otro plato que para su confección se ha utilizado un spray o un soplete. Hay que huir de la sofisticación y del elitismo en la cocina a la hora de satisfacer el apetito. Es preferible un plato de cuchareo al modo tradicional que uno de estos super cocineros famosos por la Guía Michelin.

Yo reivindico la tortilla de patatas por su origen popular y humilde, frente a la soberbia culinaria de unos alimentos complicados en su pequeñez. En esta situación de crisis que estamos atravesando no hay nada como recurrir a la tortilla o a unos huevos fritos con patatas o cebolla que, como dice mi nieta mojando el pan: "Abuelo esto es lo mejor de la vida." E. Caldelas.

 El tabaco picado.

Cuando asisto a un evento festivo o reunión de amigos, yo, que no soy fumador desde hace muchos años, observo que los que fuman en la actualidad son de "bajo coste." Aunque es verdad que cada vez hay menos fumadores gracias al aumento de la información, pero mucho de los que lo siguen siendo han vuelto a la antigua usanza del tabaco picado. Se ha abandonado la elegancia de los paquetes de cigarrillos rubios de hace unas décadas, que se vendían liados y emboquillados de fábrica y con aroma a pan de higo. En los años sesenta el tabaco rubio era juvenil, aromático y distinguido. Ahora con la crisis ya no son esos cuarterones de los años treinta y de las post guerra, que se compraban en los estancos de la bandera nacional o los que se vendían de contrabando procedentes de Gibraltar. Era un tabaco negro, consistente, que se fumaba en la trinchera, en el campo, en el tajo o despué de una taza de humeante café o achicoria.

Recuerdo el que fumaba mi abuelo o mi padre, que dejaban en el cenicero las colillas chupadas. Este era un tabaco intenso, fuerte, con el que se establecía una relación de solidaridad y fidelidad, de sufrimiento social y de placer, de lucha y de cmaradería hasta la muerte. De ese no se podía olvidar su sabor y olor. Para fumarlo había que cumplir con el ritual, porque había que sentarse y uno cada vez ofrecía su petaca de cuero viejo, el papel de arroz e invitaba a los demás, porque lo fundamental era compartir antes que echar humo. Luego se liaba despacio y se daba candela con el mechero de yesca.

Esto ha cambiado. Sobre todo ahora con la crisis porque es un tabaco barato, endeble y de fibras raquíticas del que sale un cigarrillo muy delgado y que te hace fumar cada cinco minutos porque no satisface y, al final, hace más daño.

La sociedad actual es insolidaria como el tabaco de ahora, flojo, tiene adictivos, cada uno fuma el suyo y a penas si se comparte.

Ernesto Caldelas. (2015)

E

 

 El día de su santo.

 

El día deseado llegó un 17 de Agosto de 1.969 y el astro, que había sido abrasador, comenzaba ahora a decaer rojo por el horizonte del mar en una puesta de sol entre grúas lejanas de los astilleros. En el aire de la calle sonaba la canción: "Solo sin ti." "...buscaré  la estrella que brillaba en tus ojos..."  del conjunto musical de moda, "Fórmula Quinta."

Entonces me vinieron los recuerdos de las amenas clases de latín que yo explicaba en el colegio con tus simpáticas compañeras, de tu alegría al verme que no podías disimular, de tu juventud, de tu inocencia y de tu risa infinita con sabor a bolas de anís.

Esperaba la hora de la fiesta, tu fiesta en el campo y el comienzo de una nueva vida para mí y para tí. Estaba nervioso por lo que dirían tus padres y tus amigos cuando me vieran, pero monté en la moto, esa máquina gárrula, que me llevó hasta tí en el frescor de una noche cerrada de verano y de pálida luna enamorada.

Siempre recordaré el recibimiento inesperado con tu traje amarillo, tu pelo negro, el cubata, el primer abrazo para bailar, las canciones del tocadiscos, la suavidad de la piel de tus brazos en mis manos, que me hizo vibrar, el brillo en tus ojos chispeantes y tu risa roja y blanca que dejaban ver tu amor y felicidad.

Ante todo eso, no importaron ni el silencio respetuoso de tus padres, ni los afanes y prejuicios del Colegio, ni los enfados y comentarios de tus amigos o el celo irrefrenable de algunos aspirantes. Solo quedaron nuestro amor, tu belleza y la admiración y el cariño inmenso que siempre me tuvo tu hermano pequeño. Hasta que un árbol maldito le quitó la vida a él y a sus siete amigos en la famosa Cuesta del Pino, en una mañana triste del alma y lluviosa de lagrimas de un mes de Enero.

Hoy con nuestra hijas y nietos, te sigo queriendo como aquel día.

Mayo de 2015.  E. Caldelas.

 

 

 

 

ORA ET LABORA.

 

El periodista Pedro G. Cuartango, agobiado por el estrés que produce vivir en el mundo actual, sobre todo en las grandes ciudades, recuerda una de sus vivencias de niño cuando se asomaba a la tapia de la Cartuja de Burgos y se quedaba absorto observando cómo los monjes en el recito trabajaban, de forma pacífica, esmerada y en silencio, la tierra.

De igual manera admira el trabajo estudioso y delicado para conservar la cultura clásica del mundo occidental a través de los códices. Por eso para contrarrestar el “sinvivir” de vivir en la ciudad, nos aconseja parar y descansar en un pueblo ubicado en el campo llano o en la sierra sinuosa. Nos aconseja visitar este verano el pueblo de Oña en Burgos donde, en el Monasterio de San Salvador, están enterrados los primeros reyes de Castilla y donde se celebra la exposición de las edades del hombre, en el monacato que tan bien ilustra la famosa regla de San Benito: “Ora et labora” en la soledad de una celda.

            Por eso le hace manifestar que, más que el tema religioso o de oración, esta exposición le trasmite la elección de un modo de vivir en el que se reconcilia lo espiritual con lo corporal. Cuando casi todo se hunde a nuestro alrededor por la vorágine que significa vivir cada día con los atascos y las prisas, todavía nos queda el recurso a soñar, a refugiarnos en contacto con la naturaleza de esos parajes y a recogernos en el silencio de nuestra celda interior para recuperar fuerzas.

E. Caldelas.- 20/07/2012.

 

 

                                             MIGUEL DELIBES Y SU OBRA.

 

En la novela de Miguel Delibes, los personajes apegados al pueblo, al terruño y al medio social es lo que determina el ser y el existir de las personas de Castilla. Son personajes pobres y lugareños aferrados a una forma de vivir y que defienden hasta lo imposible su libertad.

 

Delibes, como gran observador, dibuja con mano maestra un vivo retrato del pueblo, de la época, de sus gentes, sus costumbres y sus paisajes. Analiza, sobre todo, la lucha en la vida diaria en todos sus aspectos.

 

En su forma de escribir utiliza un párrafo perfecto, compuesto, sencillo y localista como el siguiente:

 

“Rebulló dentro, entre las pajas, y la perra, al oírle, ladró dos veces y, entonces, el bando de cuervos se alzó perezosamente del suelo en un vuelo reposado y profundo, acompasado por una algarabía de graznidos siniestros.”​

 

Utiliza un amplio vocabulario, específico, motivado por un basto conocimiento del medio, por vivirlo y disfrutarlo. Utiliza palabras como: Alcor, atrabiliario, bálago, cínife, relejes, cimbel, bergante, cellisca, etc.

 

“Mis pupilas- dice Miguel- no se han dejado deslumbrar por los cielos altos y los horizontes lejanos de mi región, sino que han descendido hasta el hombre para describir su marginación, su soledad, su pobreza y su discreción presentes.”

 

Plasma una Castilla con sus aldeas en ruina y los últimos habitantes, como testigos de una cultura que, irremisiblemente, va a morir con ellos. Narra unas historias de relaciones humanas de unos hombres y mujeres reales, en lucha consigo mismos y con el mundo que les ha tocado vivir.

 

E. Caldelas.-  Febrero 2012-


                            LA PREVARICACIÓN DEL JUEZ.

Esta desfachatez por parte de Garzón debe ser extendida para que todo el mundo la conozca. Que cada uno saque sus conclusiones...

El día 24 de enero del año 2000 el juez Baltasar Garzón Real estampaba su firma definitiva en contra de la querella interpuesta dos años antes por la «Asociación de Familiares y amigos de víctimas de genocidio en Paracuellos del Jarama» que denunciaban los fusilamientos  de Paracuellos en la Guerra Civil, ordenados por Santiago Carrillo y ocurridos entre noviembre y diciembre de 1936.

Los razonamientos del magistrado eran severísimos. Acusaba a los demandantes nada más y nada menos que de «mala fe», de tomarse «a la ligera las normas básicas de nuestro ordenamiento jurídico» y «hacer mofa y escarnio de la serenidad que toda actividad jurisdiccional comporta». En aquella sentencia decía exactamente que los fusilamientos «están prescritos al haber transcurrido más de veinte años», que la amnistía dictada el 25 de noviembre de 1975 «veda cualquier posibilidad de reiniciar la persecución penal por los actos de nuestra Guerra Civil» y que además «el delito de genocidio no se encontraba tipificado en España en la fecha de los hechos». Cuando las víctimas del franquismo se dirigieron diez años después a Garzón obtuvieron exactamente la respuesta contraria: pidió las actas de defunción de los responsables, se proclamó competente para juzgar e hizo caso omiso de la Ley de Amnistía.

Súbitamente, ahora resulta que los crímenes constituían delito de genocidio y ni habían prescrito ni estaban perdonados, justamente lo contrario de lo que había manifestado antes.

Leídos los hechos, que venga alguien a decir al juez Varela que Garzón no ha prevaricado. Que lo digan los firmantes del manifiesto en defensa del de Jaén: Juan Goytisolo, Caballero Bonald, Pilar Bardem, José Sacristán o Miguel Ríos. A ver quién tiene bemoles de afirmar que un
juez que dice en dos materias paralelas cosas antagónicas no está dictando sentencia a sabiendas que es injusta.

Mayo de 2010.-

 

LA ORGÍA DE LA TOLERANCIA. (CRÍTICA LITERARIA)

 “A fuerza de ser tolerante lo estamos consintiendo todo en los países occidentales. Estamos banalizando los discursos de la extrema derecha, restamos importancia a la hipocresía y minivaloramos las discriminaciones, proponiendo un modelo de sociedad hueco y desquiciado.”  Jean Fabre. (“La orgía de la tolerancia.”)

 

En la actualidad, Jean Fabre es un bailarín y coreógrafo de origen belga que está llevando por los principales escenarios europeos, un espectáculo donde quiere hacer ver al espectador hasta donde llega la tolerancia en la sociedad que nos ha tocado vivir. Esta obra se ha presentado en el festival francés de Aviñón y es una escenificación bastante rocambolesca, donde mezcla el poder, la política, el sexo y la violencia. Él basa la obra en la decadencia que encuentra y en la anestesia que adormece al mundo occidental. Decadencia por la aparición de nuevos becerros de oro y por el dominio del hedonismo y el materialismo.

La libertad de expresión (Más bien libertinaje) lleva a que se represente en los medios de comunicación toda clase de imágenes: crímenes, abortos, derramamiento de sangre (gore), actos sexuales explícitos, pederastia, cabalgatas de orgía gay, programas basuras en TV, en definitiva que, para muchos, todo vale. Es lo que tenemos y oímos decir con reticencia, que todo está bien, que cada uno puede hacer lo que quiera porque somos libres. El sofá y el televisor del salón son los símbolos más significativos de nuestra pasividad y resignación aunque dé obesidad. Son los elementos más simbólicos del tragantón de imágenes para una gran masa sin capacidad de juicio ni de crítica, ya que todo lo ve correcto por la falta de moral, educación y cultura.

Cada vez más una mayoría de ciudadanos abdica de todo lo que signifique esfuerzo, trabajo o ayuda a los demás. El sofisma es divertirse lo máximo posible haciendo dejadez de lo más importante a cambio de todos los placeres de una sociedad consumista. Esto beneficia la proliferación de mensajes revolucionarios, terroristas, antisemitas, neonazis, racistas fanáticos y aberrantes. Al mismo tiempo produce el adormecimiento y el abotargamiento de las conciencias, como una gran mayoría de ciudadanos vascos que apoyan a la organización terrorista ETA aunque haya cometido más de 1000 asesinatos y dejan amplio margen para los discursos de los intolerantes.

¿Hasta donde nos llevará esta situación que no parece tener fin? Porque se palpa un gran cambio en la sociedad que nos va llevando a un callejón sin salida. Aumento de la delincuencia y de la droga, responsables políticos que hacen apropiación indebida o se aprovechan del cargo, fracaso escolar, falta de escolarización en determinadas barriadas, violaciones de menores y pederastia, abortos, abusos con violencia en los centros de enseñanza y el abandono de la responsabilidad y la educación en valores por parte de los padres y profesores.

¿Qué sociedad va a prevalecer con una juventud que percibe todas estas cosas como lo más natural? La generación de los “ni- ni,” que ni estudian ni trabajan.

A pesar de todo no estoy de acuerdo para nada, con el espectáculo que presenta porque viene a caer en lo que tanto critica. Aprovechándose de la libertad de expresión, vuelve a representar planos muy reales de sexo y de violencia. Además, para Fabre, no hay esperanza, no encuentra en la moral o la ética la solución para estos ciudadanos obsesos y alcoholizados desde la minoría de edad.

Puerto Real 25 de Julio de 2009.-                               E. Caldelas Lobo.-
El Milagro Español


 

 

Llevamos 32 años de democracia y durante todo este tiempo los ciudadanos han tenido que esconder la bandera de España o cualquier símbolo que tuviese sus colores. Para referirse a España había que utilizar la expresión “En este país…” porque usar la bandera o decir España era un riesgo inmediato para que te tachasen de facha o franquista. Ahora, con motivo de la celebración del campeonato de Europa y el torneo del Campeonato Mundial de fútbol en Sudáfrica, han sido los jóvenes, libres de Memoria Histórica y de adoctrinamiento, los autores de la rotura del muro psicológico del miedo los que han sido capaces de hacer que la bandera y sus colores se puedan utilizar en público, haciendo normal lo que en el fondo de los corazones piensa todo el mundo que debe ser normal.

Nadie les forzó ni nadie les invitó a sacar las banderas a la calle o a colgarlas en los balcones. Nadie les obligó a cantar en público: “Yo soy español, español, español…” Ya no da vergüenza. Ha tenido que ser el deporte del fútbol y los jóvenes para poder aliarnos sin complejos en torno a una bandera y a una nación, la de España y la de todos los españoles incluidos los de Cataluña, ya era hora.

Con este motivo hemos podido contemplar cómo una mayoría de ciudadanos libres de una España agobiada por la crisis económica, el paro y el uso de la corrupción política, ha sido capaz de realizar el milagro de restaurar el sentimiento nacional y estar orgullosos de ello como en el resto de los países.

Esta nueva bandera que renace y que venden los chinos, ya no es el blasón borbónico ni la enseña del imperio franquista sino el símbolo de la inmensa mayoría normal porque no ha sido impuesta por ningún decretazo sino por el mundialazo.

E. Caldelas.    Julio 2010.


CARTA AL DIRECTOR.

 

DIOS, EL GRAN AUSENTE DE LA CRISIS

 

El periodista Pedro G. Cuartango publica un artículo en el periódico “El Mundo,” de fecha 17 de Enero de 2011, titulado “Dios, el gran ausente de la crisis.”  En este artículo hace una reflexión motivada por su falta de fe y además no ofrece esperanza alguna. Esta situación le hace manifestar que, “a pesar de que hay muchos que le esperan en esta crisis que estamos pasando, Dios no aparece.” Y esta disquisición le hace exclamar:

.- ¿Cómo es posible que el Señor Todopoderoso permanezca pasivo ante la desgracia de tantos millones de personas que han perdido su trabajo y se ven abocadas a una situación de mendicidad y desesperación?

No sé cómo, a estas alturas, Vd. puede confundir a Dios con los políticos, el Gobierno, los empresarios y los sindicatos, que son los que tienen la enorme responsabilidad de crear puestos de trabajo y resolver la situación económica del país.

¿Cómo, muchas personas, pueden preguntarse todavía dónde está Dios en Africa o en Hispanoamérica, cuando todos sabemos que hemos sido nosotros los que hemos engañado, robado, violado y asesinado para llevarnos los bosques, el oro, la plata, los diamantes y hasta las personas como esclavos y les hemos abandonado a su suerte?

Vd. Manifiesta: “Dios sigue guardando un silencio tan fuerte que está a punto de hacer estallar nuestros oídos.” Cuando muchos como Vd. No creen y han renunciado a saber nada de Él, porque molesta el compromiso que ello conlleva, porque consideran a Dios algo superado por la ciencia o  porque en la sociedad se impone la moda de ser ateo. Pues si quieren prescindir de Dios, éste es el resultado. ¿De qué se quejan?

Manifiesta también: “Muchos filósofos e historiadores han creído en el progreso de la razón, una fe que resulta patética a la luz de las contradicciones de un sistema incapaz de dar un mínimo sentido a la vida humana”

Sr. Cuartango, no puede Vd. Mezclar las churras con las merinas. El progreso en la sociedad es cierto que viene por la razón, por la inteligencia del ser humano, pero la fe es otra cosa. Nunca la ciencia va a descubrir a Dios, nunca va a descubrir si Dios existe o no existe porque estas son creencias pero no fe. Le recuerdo los tres ojos del conocimiento. El ojo físico, el inteligente y el tercer ojo que es el de la contemplación, con el cual se llega a la fe a través de la meditación. A Dios no se le puede ver, pero sí se puede comprender y sentir con el tercer ojo. A Dios no se le puede ver en esta tierra, será después de la muerte porque la vida, como toda materia, no se termina se transforma.

Sí, es cierto lo que Vd. Dice que “La vida es una pesadilla al abrir los ojos cada día ante la inmensidad de una realidad que nos aplasta.” Sí, es cierto que la vida es una pesadilla. Pero para esas personas que no tienen nada, para esa gente que vive en una sociedad de hambre, de enfermedad o de miseria, porque el primer mundo nos lo hemos llevado todo y porque seguimos aniquilando todo con tanta contaminación, con tantos incendios provocados, con tantas guerras… y si continuamos por el mismo camino, la pesadilla de verdad la van a tener nuestros nietos… Desgraciadamente.

Enero 2011.- E. Caldelas.

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