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JERÓNIMO CALDELAS Y LA JUVENTUD ARTÍSTICA Y DEPORTIVA.

Jerónimo Caldelas López, nació en 1901 y falleció en 1990, era hijo de Juan Caldelas Iglesia, (conocido como el “Cosario” por transportar "cosas" en su camión). Juan Caldelas fue un gallego que marchó de Galicia para buscarse la vida y se estableció en Puerto Real creando una pequeña empresa de transportes que después, cuando se jubiló, la traspasó a su empleado Jesús Flores Míguez que siguió con el negocio.

 

 

Jerónimo, estudió solo una buena educación básica en el colegio La Salle y su afición a la lectura completó todo lo demás, porque su padre no pudo costearle estudios. Decía: “Tengo nueve hijos y como no puedo costearle una carrera a los nueve, no se la pago a ninguno.” Esto hizo que tenga más valor su pequeña contribución a la sociedad por ser absolutamente autodidacta.
 

A principios del siglo XX el casco urbano de Puerto Real era muy pequeño y estaba, en esa fecha, rodeado de huertas. A la izquierda del Paseo de las Canteras, donde hoy está el instituto del mismo nombre, era todo un huerto que se llamaba ”de las Ánimas.” El colegio de la Salle era el último edificio del pueblo y se le conocía por “La casa grande” donde vivía una familia de apellido Paul, a la izquierda un huerto y después el Paseo de Carretones, que hizo el alcalde Antonio Capriles, que llegaba hasta el Cementerio. El paseo tenía arboleda y bancos de piedra desde donde se veían las casas blancas de Puerto Real y toda la bahía, algo verdaderamente hermoso. Durante algunos años ese fue un paseo muy frecuentado por los habitantes. Enfrente del paseo, lo que hoy son bloques de viviendas, era el jardín de la casa González Byass, que llegaba hasta la esquina de la calle San José. El campo de futbol era un huerto de D. Celestino Fernández. Detrás del callejón de Cabestros (hoy calle San Alejandro) estaba la finca “”La Esparraguera” que llegaba hasta el mismo paseo de Las Canteras y era propiedad de D. Ramón Zaldívar que compraba vacas y se las vendía al único carnicero de la localidad: Currito Calaña. Esta finca tenía una plaza de toros donde entrenaban algunos toreros y aficionados como Juanito Castaño que llegó a ser matador.

 

Al lado del cementerio había una dehesa que se denominaba “Egido de la Feria o del Cementerio” y se destinaba a celebrar la Feria de ganado, donde había dos pozos que daban un agua muy buena.

 

El pueblo en estos años de principio de siglo tenía necesidades por falta de trabajo, falta de colegios, de sanidad, etc. Hasta que tomó posesión como alcalde D. Francisco Moreno de la Flor en 1923, que durante su corto mandato se mejoró algo la sociedad. Construyó un cuartel para la Guardia Civil, dos grupos escolares (En la plaza de la Cárcel y en el Muelle), se arreglaron varias calles y se reformaron algunos edificios de propiedad municipal. Cuando entró la República también se siguió pavimentado otras calles.

 

Entonces se comentaba que España era la nación del céntimo porque un café y copa costaba seis céntimos, la leche y el pan 30 céntimos el litro o el kilo y la tela de batista costaba 15 céntimos la vara.

 

Para el transporte marítimo había dos faluchos que hacían el servicio marítimo entre Cádiz y Puerto Real, los cuales pertenecían a la empresa Millán. Uno funcionaba con sistema de tambor y se llamaba “Puerto Real” y otro funcionaba con hélice y se llamaba “Cádiz.”

 

En este tiempo no estaban cegados los caños de la zona del mar como ahora y llegaba el agua hasta la misma Ribera del Muelle, atracando muchas veces los faluchos frente a la calle Ancha. 
En verano venían a este pueblo muchas familias, principalmente de Sevilla, Jerez y Cádiz, algunas de alcurnia como la marquesa de Montesin de Bonanza, de la Montera, de Torresoto, de Santo Domingo, de Casa Recaño, de Tamarón, de las Cuevas del Becerro, los condes de Casa Bermeja, la familia de Garvey, de Rivero, dela Viesca, de Pacheco, de Abarzuza y otras más que construyeron o reformaron hermosa casas que todavía permanecen.

 

A principios del siglo XX existían los siguientes balnearios: Santa Marina en la misma punta del Muelle, el del Perpetuo Socorro que se entraba por la plaza de la Victoria y estaba situado junto a una fábrica de tejidos de la familia Pérez Cuadrado, luego en la Ribera del Muelle había tres espigones debidamente acondicionados, uno se llamaba de Montesinos, otro de Lagarda y el último de Pascuala. También había otro que primero llamaban del Cobre, después se llamó de Manzanero y por último de Nª Sra. Del Carmen, que se entraba por la calle Concepción y ha sido el que ha perdurado hasta nuestros días.

 

En todo estos lugares de baño se organizaban espectáculos para amenizar al público con cante, baile flamenco y líricos. Además había varios bares, como uno que se llamaba “La Marina” que era el más famoso por las fiestas que organizaba.

 

El Ayuntamiento también programaba varios festivales, tan buenos y variados, que incluso superaban a los que se celebraban durante la Feria. Instalaban una gran caseta en la Plaza de Jesús con alfombras, cortinajes y alumbrada con gas. Los jueves y domingos había concierto por parte de la Banda Municipal y fuegos artificiales. Se hacian sueltas de gallumbos, otros días se organizaban regatas a remo o vela, cucañas y algunos otros. A parte había magníficas actuaciones en el teatro Principal.

 

En él actuaron artistas de los más sonados de la época como: Pastora Imperio, Lola Flores, que hizo su debut en este teatro actuando de niña con un prestidigitador llamado Mexía, la Argentinita. Cantaores como: Pepe Cepero, Antonio Chacón, la Niña de los peines, Pepe Pinto, Cojo de Huelva, Canalejas, Niño de la Isla, Niña de la Puebla, Niña de Antequera, Farina, Angelillo, Niño de la Huerta, entre otros muchos.

 

El Casino, situado en lugar tan céntrico como la calle de la Plaza, era centro de reuniones con asistencia de gran número de forasteros, sobre todo en época de verano y otoño que, para atenderlos se organizaban veladas literarias, bailes y otras atracciones. Cuando no, se sentaban en la puerta a tomar el fresco de la tarde noche a saborear un café o copa, que eran servidos por el conserje Sr. Rivas.

 

Desde 1895 existía otra asociación denominada “Centro Obrero”, con domicilio en la calle Vaqueros nº 39, que además de ser colegio y dar cursos a los hijos de los asociados, también promocionaba fiestas literarias y de otro tipo.

 

En Feria se organizaban romerías al pinar de las Canteras, con premios que se otorgaban a las mejores carretas exornadas y bailes populares en los patios del pinar. Por la tarde se hacía un desfile por las principales calles de la población con las carretas que habían participado en el concurso bajo un alumbrado extraordinario y con concierto en la Plaza de Jesús.

 

Entre el mes de Marzo y Abril de 1921 fueron despedidos 98 trabajadores de Matagorda, por lo que se consideró una desgracia para el pueblo y tuvo que intervenir el párroco Sr. Ramírez Cuevas ante el Marqués de Comillas, contestándole éste que no había carga de trabajo pero que si el Gobierno encargaba material para construir ferrocarriles se solucionaría el problema y volvería a contratar. Una comisión ciudadana de Cádiz y Puerto Real marchó a Madrid reivindicando soluciones.

 

El día 6 de Septiembre de 1934 tuvo un accidente en la zona del Portal, Juan Pérez Sánchez (Canalejas) cuando viajaba de juerga con el torero “Carnecerito” y el guitarrista “Piriñaca”. Chocaron con un camión de pescado. Murió Piriñaca, el mozo de espada y el chofer. Canalejas quedó herido y se pudo salvar. En este ambiente se desenvolvía la población e iban pasando los días cuando en su casa, su tío Manuel López Jiménez, que vivía en la calle de la Palma, era hombre muy conocido en Puerto Real porque tocaba muy bien la guitarra. Al observar que a su sobrino Jerónimo le gustaba la música, le enseñaba las canciones que se cantaban y él acudía a todos los ensayos de algún coro participando con los componentes, aunque no pudiese formar parte de los coros por su poca edad. 

         En su casa, mientras su tío Manuel tocaba, acudían aficionados y cantantes, como el cantaor de la localidad Juan Pavón, conocido como "El Cojito Pavón," ambos se llevaban las horas muertas, uno tocando la guitarra y el otro cantando.

 

Por la mala situación que pasaba el país, debido a una mala administracción, a la incultura y a la falta de trabajo, con la edad de 25 años tuvo que emigrar a Argentina, donde permaneció durante cinco años. Vuelto a España de nuevo, la situación social con la República seguía peor, no solo por la falta de trabajo, sino además, por las huelgas, revoluciones, etc.

Él, para distraerse pintaba, escribía, organizaba representaciones de teatro y tocaba la bandurria.   Fue Presidente del equipo de futbol y para ocuparse en algo y ocupar a los demás que se reunían con él, tuvo la idea de crear una asociación cultural y deportiva a la que se sumaron enseguida todos. Esto ocurría en el año 1932-33.

1.-Francisco Boy. 2.-Francisco Viaña. 3.-Jerónimo Caldelas. 4.-Eduardo Melchor. 5.-Antonio Cejudo. 6.-Ricardo Melchor. 7.-Sebastián Piedra. 8.-Alfonso Cejudo. 9.-Antonio Marente.- 

    (Año 1933.)

 

La primera rondalla estaba compuesta por los siguientes amigos:
Bandurria: Jerónimo Caldelas, Manuel Romero y Amador Salcini.

Violín: Cándido Lozano.

Guitarra: Juan Caldelas, Ramón Fernández y Fernando Aguilar.

Laud: Juan Flores y José Arteaga

Triángulo: Domingo Rego

Palillos: Manuel Gómez y José Macías

Panderetas: Manuel Parra, Manuel Pérez y Pedro Bolaños

Abanderado: Sebastián Piedra.

Él ensayaba con todos los componentes y les enseñó algunas canciones como “Manojito de claveles,” de la que era autor un argentino llamado Gutiérrez del Barrio, y algunas más. Uno de esos días que ensayaba la rondalla en el local de la calle de la Plaza, denominado “El Círculo Recreativo,” se acercó José Acosta que había sido director de la Banda Municipal y, al oír el ensayo, se ofreció para dirigir la rondalla, cosa que todos agradecieron.

Como Jerónimo había venido de Argentina y el éxito musical del momento era el tango que había propagado la fama de Gardel, quiso componer uno dedicado a Puerto Real pero lo que le salió fue un pasodoble. Al llevarlo para el ensayo gustó a todos y Eduardo Álvarez, padre de Pedro Álvarez (que entonces era pequeño y después fue también director de la Banda Municipal y el mayor propagador de la canción) se ofreció para ponerle la letra, por lo que se le dominó “Puertorrealeña” porque se la dedicó a la mujer de la localidad.

La asociación se denominó “Juventud Artística y Deportiva” que contaba, además de la rondalla, con el equipo de futbol, donde jugaron Eusebio Narváez, el Toto, Berenguer, el Chicla, Espinosa de los Monteros (El famoso Trece) y otros.

 Partitura de "Puertorrealeña."

Debido a que el carnaval había estado prohibido y con la llegada de la República se autorizó de nuevo, la asociación decidió ir al carnaval de Cádiz de 1934 con un coro que se denominó “Los granaderos andaluces,” donde iba incluida la canción Puertorrealeña en el repertorio. Compuso también otra que tituló “A mi estilo.”

Puertorealeña, desde que la cantó el coro, se hizo tan famosa en el pueblo que ha sido proclamada como el himno de la Villa.

Jerónimo siguió siempre con su actividad cultural, pintando telones para los teatros y cuadros, escribiendo artículos que se publicaban en la prensa provincial, poemas que en los años 80 declamaba en Radio Puerto Real, el que después ha sido locutor de Canal Sur de televisión: Carlos Ruiz de la Rosa. Escribió una obra de teatro y un sainete titulado “Una Herencia.” Otras obras son “Apuntes del siglo XX,” "Mis poemas" y “Cuentos tristes.”

 

 

 

El 26 de Junio de 1960 se puso en escena por primera vez, en el Teatro Principal, la obra “Sublime ofrenda o “Vida por Vida,” escrita por Jerónimo y el presbítero de la iglesia  local de San Sebastián, José Gámez Coto. La obra que se estrenó con éxito, trata sobre la fundación del colegio Santo Ángel de la guarda por monjas francesas que iban a ser enviadas a misiones y se establecieron en Puerto Real.
El 17 de Junio de 1989, en el teatro del Colegio La Salle volvió a representarse esta obra nuevamente. Jerónimo ya no pudo asistir por su edad y su enfermedad que le llevó a la muerte.

 

    La Asociación, desde ese mismo momento, comenzó a dirigir las actividades recreativas y culturales en las fiestas de la localidad. Organizaba exposiciones de arte en el Ayuntamiento, carreras de cintas, bailes, atracciones en el Mercado, fiesta taurina en la plaza del Matadero, cine en la calle Ancha, bailes en el Casino, partidos de futbol y dianas por la mañana con la rondalla.

Esta es una crónica de la prensa de la provincia en esa época que puede servir de ejemplo:

 

“La Sociedad Artística Deportiva llevó la alegría a las calles, a las asociaciones y a las casas particulares que visitó la rondalla de dicha naciente y juvenil entidad local, celebrándose en el Círculo Recreativo el simpático acto de la entrega de una artística corbata, que dicho centro ha donado a la bandera de la Artística Deportiva. En el acto de la entrega pronunció sentidas palabras el presidente del Círculo señor Rego que, en unión de la Junta de Gobierno, hizo los honores a los visitantes a los que se les ofreció unas copas de Jerez, reinando el mayor entusiasmo entre los asociados de una y otra entidades locales, dando la rondalla un concierto en el que interpretó lo más escogido de su repertorio.”

Jerónimo fue un hombre, trabajador, afable, coloquial con todo el mundo y amante de su pueblo sobre todo. También fue profundo cristiano, ostentando el cargo de Secretario de la asociación de padres del Colegio La Salle y Secretario de la Asociación de Lourdes.

 

El día 16 de Febrero de 1990 falleció en su casa de la calle Nueva nº 95, con la suerte para él de tener el privilegio de dirigir su funeral el Sr. Obispo de la Diócesis D. Antonio Dorado Soto, acompañado del sacerdote Rafael Caldelas López, su hermano.

Epitafio de su tumba.
 

“Aunque no sea para mi

 

nada halagüeño,

 

cuando mis ojos se cierren

 

tranquilamente,

 

pensaré que mis años

 

han sido un sueño

 

y volaré feliz

 

eternamente.”    

  J. Caldelas

 

 

 

Ernesto Caldelas Lobo                                       Pto. Real   Abril 2012.

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